Mientras una cara de la medalla
resplandece
su reverso es condenado a las sombras.
Mientras el sol concede jovialidad a
unas tierras
Otros rumbos se marchitan mientras
anochece.
Así vivo yo encadenado a tu reverso,
pues mientras tu cuerpo se adormece,
mientras tu cabello se despliega
imperturbable por tu lecho,
mientras tu pensamiento se aligera
para dar la bienvenida al alba,
un tumulto despierta en mi pecho,
muchedumbre de ideas que torturan el
alma,
feroz irrupción que secuestra mi
sueño.
Ya tus párpados cobijan esa dulce
mirada,
la misma que me tiene aquí despierto,
ya tus anhelos se figuran entre sueños,
de los cuales quisiera ser sólo un
momento.
Tú que no estás enemistada con el alba
y el ocaso,
¿sabrás mañana que te pienso?,
¿que tu solo recuerdo basta
para exiliarme en este mundo de los
despiertos?,
¿que por la noche duermo con tu
sombra,
beso con devoción tus olvidos
y me interno en esta comarca de
fantasmas?
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