domingo, 28 de junio de 2009

Ahora resulta...

¡Ahora resulta que soy esclavo de los narcos!


Eso si los silogismos no mienten. Pues dice Jelipe Calderón que no creer en dios hace a la juventud esclava de los narcos (la nota aquí)... luego entonces mi condición de no estar seguro si soy ateo (lo que me hace agnóstico declarado), me hace ser esclavo del narco.

Leamos entre líneas el discurso de Calderón (cómo me recuerda el "with or against me" de Buch): Los que no creen en dios son esclavos del narco / Los que sí creen, no / Hay que matar a los narcos, combatirlos (y a sus sirvientes, claro). Luego entonces, en su inconsciente Felipe Calderón me quiere matar (a mí y a los decididamente no creyentes) o de menos meterme a la carcel. ¿Mi delito? No creer en el Espagueti Volador

Calderón está violando por lo menos dos de mis garantías individuales: Mi libertad de culto (por ende la de no ejercer culto alguno), difama mi honor al hacerme sospechoso de servir al narco; y una violación constitucional: el Estado Laico.

Bonito presidente, como me siento representado y defendido por él.



(Una postal de Helguera)

2 comentarios:

  1. Jajaja, para reirse esas declaraciones. Ya era de esperarse de un gobierno asì de tarado. No por nada uno tiende a decir que si se es mocho, se es pendejo.

    Sniff.

    ¡Saludotes, camarada!

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  2. Dejemos atrás todas las inferencias ante el hecho aquí demostrado: el "representante" del ejecutivo de nuestra ¿república? no conoce la lógica. ¿Cómo puede entonces representar a cualquier cosa representable este su(b)jeto?

    Sí Vakero, para llorar.

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