jueves, 14 de enero de 2010

Antonia Fraser and her life with Harold Pinter

Ofrece Antonia Fraser estreno mundial de Must you go? en San Ildefonso
En el libro biográfico relata el tiempo que vivió junto a Harold Pinter

La escritora británica Lady Antonia Fraser presentó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso su último libro, Must you go? My life with Harold Pinter. Como parte de la primicia mundial se realizó una entrevista pública con David Lida, escritor y periodista neoyorquino radicado en México.

En su nueva publicación la autora de Mary Queen of Scots y Marie Antoinette: The Journey relata el tiempo que vivió junto a Harold Pinter, premio Nobel de literatura en 2005 y considerado el mejor dramaturgo inglés de su época.

Desde que comenzaron una vida juntos en 1975 hasta la muerte del autor, el 24 de diciembre de 2008 a causa de cáncer, el texto es un recuento de anécdotas de pareja, notas de diario y fotografías de su colección personal; tiene un origen casi terapéutico, como un modo de aceptar la muerte de su esposo.

Fraser comentó que después de la Nochebuena de 2008 debía hacer algo, si fuera compositora escribiría algo de música; pero es escritora, así que debía escribir, un proyecto que comenzó el 27 de enero, un mes después de la muerte de Pinter.

Definitely call me Antonia

Lady Antonia Fraser es una reconocida biógrafa y novelista histórica, cuyo centro temático es ocupado frecuentemente por grandes personalidades femeninas de la historia, con títulos como María, Reina de Escocia (1969), The Weaker Vessel: Woman’s Lot in the Seventeenth Century (1984), The Warrior Queens (1988), The Six Wives of Henry VIII (1992) o Marie Antoinette: The Journey (2001).

Alguna vez se le cuestionó por su aparente obsesión con las mujeres y la guillotina; aunque la recurrencia del tema era involuntaria, Fraser respondió que tal vez se debía a que en la historia cada que una mujer asoma la cabeza de inmediato se la quieren cortar.

También ha publicado novelas policíacas y libros de historias cortas. Entre los reconocimientos que ha merecido se encuentran el Wolfson de Historia, el James Tait Black de biografía y el Norton Medlicott Medallion of the Historical Associatioan.

Antonia Fraser lleva el título de Lady porque es hija de Lord Longford, conde de Oxford. Al iniciar su conversación David Lida expuso que varios de sus amigos en México –un país sin títulos nobiliarios desde el siglo XIX– le preguntaron cómo habrían de dirigirse a la escritora, ¿Lady Fraser?, ¿Lady Pinter?, ¿Lady Antonia Fraser?

Ella respondió que tendría ese título aunque se casara con muchos hombres, sin embargo, “call me Antonia”, le dijo al auditorio. El mismo David Lida contó una anécdota al respecto; conoció al matrimonio Pinter en Nueva York, a través de su hermano, quien le dijo “Harold is married with a Lady”, a lo que David respondió “claro que es una dama (lady), no se casaría con un hombre”.

La escritora fue presentada por Sealtiel Alatriste, Coordinador de Difusión Cultural de la UNAM; recordó que en ese mismo lugar, el Anfiteatro Simón Bolivar, hace 100 años la Universidad Pontificia fue declarada Universidad Nacional. Con el evento también dio inicio el calendario de actividades de 2010 en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Señaló que la figura de Harold Pinter como artista, sobre todo en su condición humana “se enriquece con esta visión tan personal y emotiva de una de las más reconocidas historiadoras y biógrafas”, además de haber sido acompañante sentimental durante más de treinta años del premio Nobel.

Antonia Fraser nació en 1932 en Londres bajo el nombre de Antonia Margaret Caroline Pakenham, su padre fue un político laborista reformador, y su madre, escritora que cuidaba de ocho hijos.

Como biógrafa “abandona toda pretensión de máxima autoridad para brindar sólo otro punto de vista”, combina el rigor de la investigación de fuentes documentales con la generosidad de una escritura que contagia curiosidad, tanto por los sucesos como por los personajes que describe y construye, afirmó Sealtiel Alatriste.

En su obra de carácter histórico “no hay héroes, parte del reconocimiento de una individualidad que generalmente es soslayada y no por cuestiones meramente de temporalidad”, consideró.

Must you go?

Antonia y Harold se conocieron un 7 de enero de 1975 durante una cena en honor del estreno de una obra de Pinter. Cuando Lady Fraser se retiraba, el escritor le preguntó “must you go?”, ¿realmente tienes que irte? “No, eso no es absolutamente necesario”, respondió ella a pesar de sentirse exhausta.

Desde entonces 33 años quedan plasmados en un libro que David Lida calificó en su conjunto como “a love story”. Cada capítulo del texto, disponible a partir de enero de este año en el Reino Unido y en Internet para todo el mundi, muestra una dimensión del vínculo entre ambos, con anécdotas personales y del mundo literario –como la vez que Mario Vargas Llosa felicitó a Fraser por una obra que creía escrita por su marido, aunque en realidad el autor era Edward Albee.

Al final del libro describe el proceso oscuro desde que detectan el cáncer en Harold Pinter hasta su muerte. Fraser subrayó la actitud de su marido en esos últimos años, “no puedo permanecer aquí sentado y esperar la muerte”, decía, así que se levantó y fue a coordinar sus últimas obras de teatro que se estaban montando.

Lady Antonia resumió la condición del premio Nobel en aquellos días con una palabra, fortitude, que no tiene una traducción exacta al español, lo más cercano es fortaleza, un ímpetu que mantuvo hasta el último suspiro.

Fraser se mostraba sorprendida por el efecto de las quimioterapias en su marido, en lugar de acabarlo, parecía que lo fortalecían. Señaló que su relación matrimonial siempre fue democrática, argumentaban para persuadir, debatían y negociaba sobre todo.

Después de la entrevista se abrió una ronda de preguntas en la que algunos personajes de la escena cultural mexicana pudieron entablar un diálogo con Lady Antonia Fraser; Enrique Krauze le preguntó por su actividad como biógrafa y le solicitó algunas claves al respecto.

La escritora considera que se debe elegir un personaje histórico que cause fascinación al autor, es importante destacar sus aspectos positivos, escribir las mejores cosas que haya tenido. Por esta razón, añadió, jamás podría escribir una biografía sobre Hitler./ César Alberto Saldaña

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