Expongo aquí los argumentos que me llevaron a decidir votar por López Obrador en las próximas elecciones presidenciales; están sujetos a ser revisados, complementados o criticados. Invito a cualquiera que esto lea a complementar o criticar donde considere pertinente. Si les llamo "mis argumentos" es porque los matices argumentativos y motivos contextuales sin duda varían de una persona a otra.
Mi decisión de voto se integran por un proceso de razones y decisiones, que se dividen en general en tres momentos argumentativos, a saber: A) razones para participar en el proceso electoral, B) razones para no votar por tal o cual candidato, C) razones para votar por tal candidato. Los tres momentos son lo que expongo a continuación:
A) Razones para participar en el proceso electoral:
Premisa 1A: Se decide actuar cuando la posible acción tiene como consecuencia intervenir o modificar el curso de algo, y cuando el resultado de tal acción o inacción redunda en perjuicio o beneficio de quien actúa (por ejemplo, resulta inútil emprender una acción para cambiar la órbita de la luna, algo que es imposible para los medios humanos; o sería absurdo emprender una lucha para conseguir que la reina de Inglaterra cambie de peinado, cosa que ni me beneficia ni me perjudica).
Premisa 2A: El voto que se emita en las próximas elecciones puede intervenir o modificar el curso político, y el resultado afectará directamente la vida de los votantes. Si hay una modificación de la realidad según el resultado de la elección, hay una tercera premisa implícita:
Premisa 3A: Las cuatro opciones que se ofrecen (EPN, JVM, AMLO, GC) no representan lo mismo, no resulta en lo mismo si gana uno u otro. Una demostración suficiente de esta premisa consiste en el mismo hecho de la pugna electoral: si los cuatro candidatos representaran a los mismos intereses, y elegir uno u otro diera exactamente lo mismo, ni si quiera se estarían disputando el poder con la vehemencia que observamos (otras muestras de que no son lo mismo se encuentran en sus respectivas plataformas ideológicas y antecedentes de las administraciones que han tenido a su cargo).
Conclusión A: Votaré porque el resultado de las elecciones me afecta, porque el voto puede influir en su resultado y porque los cuatro resultados posibles no son idénticos.
B) Razones para no votar por tal o cual candidato
Premisa 1B: Dado un conjunto de criterios o valoraciones, un estado de cosas puede empeorar, mantenerse igual o mejorar. De acuerdo con la Premisa 1B, una acción que mantenga el estado de cosas, el statu quo, sería una acción fútil, por lo tanto, se tiene la siguiente conclusión:
Conclusión 1B: Votaré de manera que el resultado de mi voto contribuya a mejorar el estado de cosas y a evitar que empeoren. No votaré por una plataforma política que represente el retroceso o mantenimiento del statu quo.
Premisa 2B: El conjunto de criterios o valoraciones mencionados en la Premisa 1B, a partir de los cuales juzgaré mi voto, consiste en lo siguiente: valoro como preferible aquel estado de cosas donde el bienestar material, cultural, anímico e intelectual tienda a mejorar.
Ahora bien, hay una dificultad en el hecho de que los cuatro candidatos se presenten como "diferentes" (EPN dice: México va a cambiar; JVM dice: Josefina diferente; AMLO dice: cambio verdadero). ¿Con qué conceptos juzgar el cambio? Es en este punto donde hay que echar mano de la teoría:
Escolio 1B: Quien me viene a la mente (para tomar de él conceptos teóricos para considerar dicho cambio) es el historiador Edmundo O'Gorman. En su libro "Méxcio: El trauma de su historia", se llega a la conclusión de un gran problema en la historia de México es el querer ser de una manera, llegar a ser algo (como Estados Unidos, cuyo bienestar se codicia y cuyo ejemplo se tiene ahí a la vuelta de la frontera) pero sin cambiar viejas prácticas y formas de ser anquilosadas (el mexicano quiere la riqueza del norteamericano o el europeo pero sin la disciplina de éstos; quiere cambiar aferrado a sus viejas prácticas conservadoras y criptocatólicas, aferrados a costumbres y valores conservadores). Así pues, querer cambiar aferrados a la repetición del pasado, progresar volviendo a lo anterior, es una contradictio interminis.
Dado que este segundo momento argumentativo (B) tiene un sentido negativo, es decir, descartar aquella o aquellas opciones por las que no votaré, es preciso considerar, a partir de lo dicho, qué opciones representan un mantenimiento del statu quo o una vuelta al pasado.
Comencemos con el PRI: Este partido está al tanto de que una vuelta al pasado es una razón para no votar por ellos, tan es así que insisten repetidamente que no es el mismo PRI (ya sabemos cuál, el corrupto, el de la dictadura de partido, el del centralismo presidencialista anti-federal, el de las matanzas de miles de manifestantes contra su régimen) , que ha cambiado y es un nuevo PRI. Así que, la posibilidad de que considere votar por el PRI depende de esto: ¿realmente ha cambiado el partido, es posible que cambie su forma de gobernar? Esto es lo que hay que considerar a continuación:
Premisa 3B: El PRI, como todo los demás partidos está constituido por un conjunto de personas.
Premisa 4B: El cambio esperado, y que se adjudica el PRI a sí mismo, es un cambio de criterios, de perspectivas, de prácticas, costumbres y actitudes.
Premisa 5B: Las probabilidades de que una persona cambie de criterios, perspectivas, prácticas, costumbres y actitudes, es de por sí muy baja (pensemos en un matrimonio donde el esposo vicioso, golpeador o egoísta promete que va a cambiar; cualquiera sabe, por experiencia cotidiana, que ello es altamente improbable).
Premisa 6B: Las improbabilidades de que una persona cambie se multiplican por dos, cuando se espera que dos personas cambian, por tres cuando se espera de tres personas y así exponencialmente.
Conclusión 2B: Dado que el PRI está constituido por cientos de miles de personas, es altísimamente improbable que haya cambiado.
Conclusión 3B: Dada la Conclusión 1B, no votaré por el PRI.
Escolio 2B: Al anterior argumento se pueden agregar unas consideración a partir de la "Teoría de la estructuración de Anthony Giddens": grosso modo, una institución (en este caso un partido político como el PRI) se constituye a partir de una prolongación o repetición de prácticas y acciones a lo largo del tiempo-espacio, esta repetición es institucionalizada de manera que, a través de una estructura circular, dicha institucionalización refuerza y contribuye a la repetición de las acciones que en pequeña escala la instituyeron; esta estructura circular (como un círculo vicioso) es sumamente difícil de romper, para ello no bastan las mejores intenciones y declaraciones, por más convencidas y honestas que sean. Así, si una institución tarda decenas o cientos de años en estructurarse, tarda un tiempo equivalente para emprender cualquier reestructuración significativa. Dicho lo anterior, es francamente ingenuo creer que el PRI haya cambiado.
Escolio 3B: A pesar de lo anterior, he escuchado a más de una persona decir que votará por el PRI porque ellos "robaban pero dejaban robar", es decir, en su discurso latente votarán por el PRI ¡precisamente porque es el mismo! Sin embargo, esta manera de pensar lleva al debilitamiento del estado de derecho: si todos roban en la medida de lo posible y se brincan los lineamientos legales se instaura una "ley del más fuerte", y luego es sumamente difícil regresar al camino de la legalidad a las prácticas que están fuera de ellas (en otras palabras, la ilegalidad se institucionalizó, ver Escolio 2B) ¡Tal fue el problema que estalló con el narcotráfico! El narco no surgió de la nada, sino de una serie de prácticas ilegales que fueron toleradas y repetidas durante años hasta institucionalizarse.
Pasemos ahora a considerar al PAN:
Premisa 7B: Considerando la Premisa 6B y el Escolio 2B, es altamente probable que la plataforma política de Josefina Vázquez Mota represente una continuidad con respecto a la administración de Felipe Calderón, es decir, que represente el mantenimiento del statu quo.
Conclusión 4B: Dada la Premisa 7B y la Conclusión 1B no votaré por JVM.
Pasemos a considerar el PRD:
De acuerdo con el Escolio 1B, el discurso criptocatólico que ha sostenido AMLO, así como su discurso nacionalista, tintes conservadores, esencialistas y mitificadores de lo que es México. En esto coincide con los anteriores candidatos. Sin embargo, falta considerar, como hice con los candidatos anteriores, su gestión de gobierno. En este caso el punto de referencia es la gestión del Distrito Federal.
En los últimos años, a partir de la gestión hecha por la izquierda, se ha percibido una mejora (aún hay muchas deficiencias y áreas de mejora, por supuesto) en los servicios públicos, la seguridad, la calidad de vida, en la oferta cultural y educativa.
Ahora bien, los defectos y deficiencias en la propuesta de AMLO y en la gestión del PRD, que sin duda los hay, son considerados por muchos como razón suficiente para no votar. Esto abre un nuevo escolio:
Escolio 4B: Dado que AMLO tiene errores y deficiencias es igual que los demás y da lo mismo votar por él. Además de la Premisa 3A hay que considerar lo que dice Slavoj Zizek en "El sublime objeto de la ideología": la democracia tiene como carácter definitorio su imperfección, esperar una democracia perfecta "auténtica", o decir que se está en una democracia "real" o perfecta, es el inicio del autoritarismo (porque quien se sitúa en tal posición se adjudica el saber lo que sea la verdadera y auténtica democracia, se adjudica el reconocer a un verdadero demócrata). Como señala Jacques Derrida, entre otros libros en "Espectros de Marx", la democracia siempre está por-venir, considerarla acabada o creer que se puede reconocer cuando lo está es el inicio de la violencia. Así, quienes no votan por ningún candidato por ver en todos los candidatos actuales vicios y deficiencias, habrá que preguntarles ¿esperan a que llegue el humano puro e incorruptible para votar por él? Quienes no le perdonan un error a AMLO o a cualquier otro candidato, son los que efectivamente tienen criterios mesiánicos (porque el mesías no debe tener ningún error); quienes esperan al candidato perfecto y sin tacha, son los más puristas y mesiánicos.
Conclusión 5B: Dado el Escolio 4B y la Conclusión 1B, no encuentro razones suficientes para no votar por AMLO.
Pasemos a considerar a Nueva Alianza:
Premisa 8B: Considerando la Premisa 6B una persona no cambia a un partido, por lo que es poco probable que GQ cambie con su sola intención (aunque fuera la maś honesta) la plataforma institucional de su partido.
Premisa 9B: Nueva Alianza fue fundada por Elba Esther Gordillo, y su actual secretaria general es Mónica Arriola Gordillo, hija de Elba Esther; estas prácticas nepotistas, caciquiles y clientelares forman parte del statu quo que tiene estancado al país.
Conclusión 6B: Dada la Conclusión 1B, encuentro razones suficientes para no votar por Nueva Alianza.
C) Razones para votar por tal candidato
Después del anterior recorrido en clave negativa, es decir, buscando razones suficientes para no votar por alguien, es momento de concluir con una decisión afirmativa.
Conclusión 1C: De acuerdo con el Escolio 2B, los cuatro candidatos presentan características regresivas, conservadores, criptocatólicas y esencialistas. Así que, si voy a votar por algún candidato será, de acuerdo con la Conclusión 1B, por el que presente más condiciones progresivas con respecto al statu quo.
Premisa 1C: De todo el recorrido anterior, el lugar en que he visto mayores condiciones de progreso con respecto al statu quo es en la administración del DF a cargo del partido de izquierda, siendo AMLO uno de los jefes de gobierno.
Escolio 1C: Por cierto, no hay que negar algunos aspectos progresivos en la administración priista, como la creación de instituciones tales como el Seguro Social, el fortalecimiento de la UNAM o la creación de PEMEX. El problema es que las gestiones actuales (a nivel institución y no a nivel discursivo) del PRI han tendido a anular o negar los modelos que posibilitaron dichas instituciones (modelos que incluso eran quasi socialistas, como el de Lázaro Cárdenas, el Milagro Mexicano o el Desarrollo estabilizador; no olvidemos que el PRI en sus inicios se hizo miembro de la Internacional Socialista, o que presidentes como Luis Echeverría escrimían discursos "anti-imperialistas", que en la actualidad bien podrían ser firmados por un un Hugo Chávez). Así, hay una dialéctica priista, en la que se da una negación institucionalizada de los avances de corte socialdemócrata que consiguió, y se da una afirmación cada vez más decidida del neoliberalismo, el cual comenzó a ser abrazado por el PRI de lso 80's y 90's. En esta dialéctica el problema es que lo que pudo tener de progresista el PRI es lo que ha perdido en la práctica, y lo que debió haber cambiado sólo ha cambiado en el discurso.
Conclusión 2C: De acuerdo con la Premisa 1C y la Conclusión 1C, votaré por AMLO.
Cuando crezca quiero ser capaz de esta ckaridad de discurso
ResponderEliminarExcelente artículo!
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